Como dictan las guias de buenas prácticas, es conveniente cambiar las contraseñas regularmente. Y en el área de comunicaciones eramos muy respetuosos con los estándares y con las políticas de buenas práticas.
Cuando me tocó a mi escoger contraseñas, tuve la genial estúpida idea de utilizar "muyf4cil" como contraseña para accesos sin privilegios, y "c0mpl!c4d4" para los accesos privilegiados. De esta forma, si un compañero se olvidaba de la contraseña, podíamos escribir o decir en voz alta que la contraseña era "muy facil" sin miedo a comprometer la contraseña.
Pero una noche, mi compañera Rocío (que estaba de guardia) estaba con unos amigos jugando a uno de esos juegos de "el-que-pierde-bebe" y la pobre tuvo la desgracia inmensa fortuna de perder muchas rondas, asi que en pocas horas estaba bastante chiripi.
Quiso el azar que esa noche sucediese una incidencia en el servicio. De modo que nivel 1 llamo a Rocío, quien intentó conectarse con el portatil para resolver la incidencia. Tras varios problemas para conectarse, y para evitar mayor demora, se vió obligada a desplazarse al centro de datos para arreglar la incidencia in situ.
Sin embargo, cuando llegó y se conectó, no se acordaba de la contraseña! Se pasó un buen rato probando contraseñas: "facil", "sencilla", "dificil", "tirada", "chunga"... (al día siguiente vimos los intentos en los logs y nos moríamos de la risa) hasta que al final me llamó al movil para que le dijese las contraseñas.
Asi que recordad: las guardias y el alcohol son malos compañeros!